Un reporte de VRT NWS ha revelado como contratistas que fueron contratados para transcribir clips de audio recolectados por el asistente inteligente de Google pueden terminar escuchando información sensible de los usuarios como nombres, direcciones y detalles sobre su vida personal.
Esto podría significar que las interacciones que se tienen por medio de asistencia inteligente no es tan privada y segura como se piensa. A principios de este año un reporte de Bloomberg señaló detalles similares con respecto a Alexa de Amazon. En dicho reporte se explicaba como parte de audio grabado por el dispositivo Echo son enviados sin el conocimiento de los usuarios a personas contratadas para transcribir estas grabaciones con la intención de mejorar el sistema de inteligencia artificial de la compañía.
Aún peor, en muchas ocasiones estos audios son grabados por accidente. Usualmente el asistentes inteligentes como Alexa o Google Assistant comienzan a grabar únicamente cuando son activados, pero estos reporte indican que los dispositivos a veces comienzan a grabar por equivocación.
El reporte de VRT NEWS se enfoca en población holandesa y flamenca que usa el asistente de Google, se re revisaron más de mil de estas grabaciones de las cuales 153 fueron grabadas de manera accidental. Un contratista comentó que él transcribe alrededor de 1,000 audios a la semana. En una de estas grabaciones el contratista escuchó la voz de una mujer alterada y lo relacionó con lo que podría ser violencia física.
Las compañías declaran que mandar grabaciones de audio para ser transcritas es un proceso esencial para mejorar la tecnología de reconocimiento de voz. También han comentado que solo un pequeño porcentaje de las grabaciones son distribuidas de esta forma. Un vocero de Google comentó que solo el .2% de todas las grabaciones son transcritas por humanos y que estos audios nunca son presentado con información que podréis identificar al usuario.
Pero esto no detiene a los usuarios a revelar información personal en las grabaciones pero por ejemplo la página de Políticas de Privacidad de Google no menciona esta contratación de personas para transcribir, mucho menos la posibilidad de que se les llegue a grabar por equivocación.
Estas prácticas podrían llegar a causarle problemas legales a la compañía. Michael Veale, investigador de privacidad tecnológica del Instituto Alan Turing en Londres comentó que este tipo de revelaciones podrían no concordar con los estándares impuestos por la regulación GDPR de la Unión Europea.