A diferencia de lo que se creía según rumores, el nuevo smartwatch de Galaxy no se llamará Galaxy Sport, en su lugar tendremos al Galaxy Watch Active.

El nombre del modelo es SM-R500 y contará con Tizen 4.0.0.3 con un chipset Exynos 9110, además una pantalla de 1.3 pulgadas, 360x360px, como el del Galaxy Watch del 2018. Difiere con el modelo anterior en que ahora se tendrá una batería más pequeña de 230mAh.

El nuevo Galaxy Watch Active tendrá incorporada una bocina y LTE, monitor de ritmo cardiaco y Samsung Pay por medio de NFC y GPS.

Tendremos que esperar al evento del Galaxy S10 para poder ver más detalles.